Es mi enfoque personal el que crea el ambiente. Es mi estado de ánimo diario lo que hace el clima. Poseo un poder tremendo para hacer la vida miserable o feliz. Puedo ser una herramienta de tortura o un instrumento de inspiración, puedo humillar o bromear, herir o curar. En todas las situaciones, es mi respuesta la que decide si una crisis se intensifica o se reduce y una persona se humaniza o deshumaniza. Si tratamos a las personas cómo se comportan, las hacemos peores. Si tratamos a las personas cómo deben ser, las ayudaremos a convertirse en lo que son capaces de llegar a ser. – Ginott / Goethe